LA CONVERSACION DE EIROS Y CHARMION - Edgar Allan Poe
EIROS ¿Por qué me llamas Eiros? CHARMION Te llamarás así desde hoy y para siempre. También habrás de olvidar mi nombre terrenal y llamarm...
EL GERENTE - Horacio Quiroga
¡Preso y en vísperas de ser fusilado!… ¡Bah! Siento, sí, y me duele en el alma este estúpido desenlace; pero juro ante Dios que haría s...
NADIE SE FIJA EN EL BARMAN - Carlos Sáiz Cidoncha
Pues sí, querido amigo, nadie se fija en el barman. Me explicaré mejor. En ocasiones el cliente charla amistosamente con el barman, tal c...
ENDECHA DEL MAR - Lewis Carroll
Hay ciertas cosas como… una araña, un fantasma, el impuesto sobre la renta, la gota, un paraguas para tres… que odio, pero lo que odio ...
EL INTERMEDIARIO - Marcial Souto
Carlitos, el bloc en la mano izquierda y el lápiz en la mano derecha, esperó a que su madre abriese los ojos. La madre, en la silla de ...
EL NEGRO - Fernando Morales
Al negro lo agarramos en plena calle, mirando la vidriera de una joyería. Ante esta evidente tentativa de asalto a mano armada (estoy seg...
EL BLANCO Y EL NEGRO - Voltaire (François-Marie Arouet)
Todos en la provincia de Candahar conocían la aventura del joven Rustán. Era hijo único de un mirza del lugar, que viene a ser como marqu...
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