LAS VENAS ABIERTAS DE AMERICA LATINA - Eduardo Galeano (fragmento)
"Para
quienes conciben la historia como una competencia, el atraso y la
miseria de América Latina no son otra cosa que el resultado de su
fracaso. Perdimos; otros ganaron. Pero ocurre que quienes ganaron,
ganaron gracias a que nosotros perdimos: la historia del subdesarrollo
de América Latina integra, como se ha dicho, la historia del desarrollo
del capitalismo mundial. Nuestra derrota estuvo siempre implícita en la
victoria ajena; nuestra riqueza ha generado siempre nuestra pobreza para
alimentar la prosperidad de otros: los imperios y sus caporales
nativos. En la alquimia colonial y neocolonial, el oro se transfigura en
chatarra, y los alimentos se convierten en veneno. Potosí, Zacatecas y
Ouro Preto cayeron en picada desde la cumbre de los esplendores de los
metales preciosos al profundo agujero de los socavones vacíos, y la
ruina fue el destino de la pampa chilena del salitre y de la selva
amazónica del caucho; el nordeste azucarero de Brasil, los bosques
argentinos del quebracho o ciertos pueblos petroleros del lago de
Maracaibo tienen dolorosas razones para creer en la mortalidad de las
fortunas que la naturaleza otorga y el imperialismo usurpa. La lluvia
que irriga a los centros del poder imperialista aboga los vastos
suburbios del sistema. Del mismo modo, y simétricamente, el bienestar de
nuestras clases dominantes - dominantes hacia dentro, dominadas desde
fuera- es la maldición de nuestras multitudes condenadas a una vida de
bestias de carga.
(...)
Toda la pompa y la alegría se habían desvanecido y no quedaba sitio para ninguna esperanza. El testimonio final, grandioso como un entierro para aquella fugaz civilización del oro nacida para morir, fue dejado a los siglos siguientes por el artista más talentoso de toda la historia de Brasil. El «Aleijadinho», desfigurado y mutilado por la lepra, realizó su obra maestra amarrándose el cincel y el martillo a las manos sin dedos y arrastrándose de rodillas, cada madrugada, rumbo a su taller. La leyenda asegura que en la iglesia de Nossa Senhora das Mercés e Misericordia, de Minas Gerais, los mineros muertos celebran todavía misa en las frías noches de lluvia. Cuando el sacerdote se vuelve, alzando las manos desde el altar mayor, se le ven los huesos de la cara."
Fuente: El poder de la palabra
http://www.epdlp.com/texto.php?id2=549
(...)
Toda la pompa y la alegría se habían desvanecido y no quedaba sitio para ninguna esperanza. El testimonio final, grandioso como un entierro para aquella fugaz civilización del oro nacida para morir, fue dejado a los siglos siguientes por el artista más talentoso de toda la historia de Brasil. El «Aleijadinho», desfigurado y mutilado por la lepra, realizó su obra maestra amarrándose el cincel y el martillo a las manos sin dedos y arrastrándose de rodillas, cada madrugada, rumbo a su taller. La leyenda asegura que en la iglesia de Nossa Senhora das Mercés e Misericordia, de Minas Gerais, los mineros muertos celebran todavía misa en las frías noches de lluvia. Cuando el sacerdote se vuelve, alzando las manos desde el altar mayor, se le ven los huesos de la cara."
Fuente: El poder de la palabra
http://www.epdlp.com/texto.php?id2=549