LA GRANJA EXPERIMENTAL - Francisco Lezcano Lezcano
El taxi se elevó para evitar el gran edificio de Laser-Comunicación.
Thork y Sthark miraron hacia abajo. Comprobaron que se habían
desviado un poco de la ruta. Thork indicó en alta voz la dirección
exacta que deseaba tomar.
El auto-antigravedad recogió la orden. En el centro de la ciudad el
cerebro electrónico encargado del control cibernético recibió el deseo
de los clientes. Al instante corrigió la anomalía y transmitió la
rectificación al taxi que, acelerando su carrera, partió hacia su
destino exacto.
Thork y Sthark admiraron esta precisión. Reconocían que la línea de transportes era perfecta.
El taxi descendió suavemente hasta menos de treinta centímetros sobre
el suelo. Automáticamente se abrieron las portezuelas y los dos
pasajeros salieron.
– Se puede retirar. Vuelva dentro de una hora, si puede hacernos ese favor – dijo Thork al auto.
– Como guste, señor – respondió el vehículo a través de un altavoz
disimulado. Y casi instantáneamente saltó hacia lo alto, perdiéndose
entre las nubes.
– Y bien, amigo Sthark, hemos llegado. He aquí la explotación. Los
animales son pacíficos. Difíciles de criar. Pero puedo asegurarle que el
esfuerzo compensa. Ahora es el momento. Luego, cuando la competencia
aumente, los precios. bajarán. El alimento que segregan es abundante y
suculento. Se lo arrebatarán de las manos…
Sthark se quedó admirado ante la extrema limpieza de las
instalaciones. En la llanura, cinco gigantescas esferas de metal pulido
brillaban como lunas.
– ¿Y bien, señor Thork?
– Mire: en la esfera del lado derecho se encuentran las hembras
solteras prestas para el apareamiento. La comida llega hasta ellas
automáticamente. Es necesario mezclarle vitaminas, hormonas sexuales y
tranquilizantes. Es importante para mantenerlas en forma. Todos estos
animales son muy propensos a la claustrofobia. Hay que tener un extremo
cuidado, si no, se mueren o se matan. Por tanto, las drogas son vitales.
»Estamos seguros de que, después de dos generaciones, se habrán adaptado perfectamente a la cautividad…
»Esta esfera, a la izquierda, es el recinto de los machos, con los
que ocurre lo mismo… Machos y hembras ponen en las mismas celdas que
ocupan. El delicado manjar que producen desciende por un conducto hasta
la pequeña esfera central. Allá abajo, las centrifugadoras separan el
elemento sólido del líquido… ¡Inspire con fuerza!… El olor que llega
hasta aquí es muy agradable. Al fondo los acoplamos cada siete meses,
haciendo combinaciones para que los nacimientos no se interrumpan. Son
muy prolíficos. Las crías son colocadas en incubadoras desde su
nacimiento, en aquella bola verde.
Thork y Sthark se aproximaron a una mirilla. Sthark miró.
No pudo evitar un gesto de temor y de aprensión.
– Tienen un aspecto muy desagradable. Son monstruosos… ¡Sobre qué horrible y lejano planeta han podido nacer estas cosas!…
Thork rió divertido:
– ¡Vamos! Le voy a hacer probar el líquido y la pasta.
Los dos penetraron en una de las pequeñas esferas donde se embotellaba automáticamente el producto.
Thork pidió lo que deseaba a una pequeña máquina rodante apropiada para hacer de sirviente.
– Dos vasos con extracto líquido y sólido.
Sthark lo probó con cierta desconfianza. Pero se vio obligado a
reconocer que tenía muy buen gusto. Y repitió varias veces el suculento
bocado. Enseñando sus bellos dientes, preguntó:
– Dígame, por curiosidad, ha conseguido usted averiguar cómo se llaman estas bestias?
Thork movió dubitativamente sus patas de arácnido:
– No lo sabemos con exactitud. Escrutando en su espíritu nos ha parecido comprender que se llaman HOMBRES…
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