EL EPITAFIO - Luis María Albamonte (fragmento)

Una sociedad controlada por mentes electrónicas, calles serpenteantes que parecían de plástico, cajitas de colores con alimentos sintéticos y casas de aspecto metálico, una voz anunciaba que todo se desarrollaba de acuerdo a lo previsto y ya anunciado, Master YQ se imponía como el conductor. Pero ahí estaba Patricio HJ convocando a la gente en la plaza de "Los Inmortales", desafiando el orden de los "electrónicos" con un ramo de claveles blancos en sus manos. Los cerebros detectaron la rebelión y decidieron aniquilar al insubordinado. Ya en la plaza, un gran círculo plano, la gente y el mensaje cortado -Soy Master YQ y....!

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  Patricio HJ dijo, como alguien frente al mar, para que la voz corra por las aguas y se expanda, potente y pura:
-¡Yo aprendí en los libros prohibidos otra manera de ver y sentir! Por ejemplo, "porque mejores son tus amores que el vino... Tu nombre es como un unguento derramado...
No reparéis en que soy morena, porque el Sol me miró. Mi amado es para mi un manojito de mirra" Pero escuchen, El amado pensaba así, y lo proclamaba: "Tus dos pechos, como gemelos de gacela, que se apacientan entre lirios. Ven conmigo...  desde las guaridas de los leones, desde los montes de los leopardos. Como panal de miel destilan tus labios, oh esposa: ¡miel y leche hay debajo de tu lengua...!". "La voz de mi amado. ¡He aquí, él viene saltando sobre los montes, brincando sobre los collados! El tiempo de la canción ha venido..."

Patricio HJ calló. Clavó sus ojos, como dos nardos en los de Susana L45, y como si hubiese mojado su lengua en una miel recién descubierta, dijo:
-Te miro como se mira a una princesa de los cuentos remotos, surgida de un rumor de la selva misteriosa, luz de estrella lejana, tibieza de nido resguardado de los vientos, belleza de agua nueva y de rosa que tiembla besada por el rocío de las mañanas, ¡no seas insensible a este reclamo de quien te honra como a la más dulce de las dominadoras porque eres mujer!...
Susana L45 se sorprendió, dijo:
-¡Pobre infeliz!
Y se fue.
-¡No te vayas mujer: iré al horizonte, allí en donde crecen los lirios y los claveles salvajes, olvidados! ¡Míralos! ¡A veces el viento trae su perfume leve! ¡Yo lo siento!
Sembraré de flores esta piedra gigantesca que es Cidalia, y ésta que piso, y cada huella que hayas dejado, mujer, invisible pero cierta, y por donde transitan los hombres y losniñs para que vuelvan los tiempos perdidos...
Y hablaba solo. Cuando vió su soledad, cayó de rodillas, llorando.

La luz era rosada, y en seguida, violeta, el color de la violencia. Y volvía a ser rosada. Y, otra vez, violeta. Y todos corrían a esconderseen sus viviedas. Y se oyeron los violentos estampidos característicos de una tragedia que estremecía a Cidalia. ¡Se estaba liberando un combate en la cima del poder!
Años después, en la plaza de "Los Inmortales" se exhibía una placa con la inscripción; Aquí yace Master YQ triunfador, pero destruído por los otros cerebros electrónicos, que también fueron aniquilados, cuando defendió heroicamente a Patricio HJ, el poeta".
Y había lirios y claveles en profusión en la plaza de "Los Inmortales", y la brisa llevaba el perfume de las flores que embellecían la ciudad de Cidalia.
Y una mujer cantaba alegremente.

Luis María Albamonte