Cuentos para ver

ALMAS GEMELAS (Tu breve espacio.com)

Llegas a ser parte de mis gestos,
causa de mis sonrisas,
motivo de mis silencios…
no es solo mirarte, tocarte, o besarte,
es que hablarte, escucharte o pensarte,
motiva el sentido de mis verdades...
Emociones compartidas,
que iluminan nuestras vidas…
que es verdad, que no es un cuento,
que te llevo muy adentro
pues no sólo son pasiones,
también son sentimientos,
Sentimientos encontrados, que gritan extasiados,
que dos almas gemelas se han enamorado.
Sin más, a mi amor, Mary



EPITAFIO - King Crimson

El muro en el que los profetas escribieron
Se esta resquebrajando.
Sobre los instrumentos de muerte
La luz del sol brilla resplandeciente.
Cuando todos los hombres se desgarren
Con pesadillas y con sueños,
Nadie va a depositar la corona de laurel
Mientras el silencio ahogue los gemidos

Entre las puertas de hierro del destino,
Las semillas del tiempo fueron sembradas,
Y regadas por hazañas de aquellos
Que conocen y son conocidos;
El conocimiento es un amigo mortal
Cuando nadie pone las reglas.
La suerte de toda la humanidad, lo veo,
Esta en manos de tontos.

Confusión será mi epitafio
Mientras me arrastro en un sombrero roto y quebrado
Si lo logramos podremos todos sentarnos
y reír.
Pero me temo que mañana estaré llorando
Si me temo que mañana estaré llorando.

MUJER - Lennon


Mujer - John Lennon

Mujer, difícilmente
puedo expresar
Mis emociones mezcladas
y mi pensamiento
Después de todo,
te estaré por siempre en deuda
Y mujer,
intentaré expresar
Mis sentimientos internos
y mi agradecimiento
Por mostrarme
el significado del éxito

Ooh, bien, bien
Doo, doo, doo, doo, doo
Ooh, bien, bien
Doo, doo, doo, doo, doo

Mujer,
sé que entiendes
El pequeño niño
dentro de un hombre
Por favor recuerda mi vida
está en tus manos
Y mujer mantenme
junto a tu corazón
Sin embargo la distancia
no nos mantiene separados
Después de todo está
escrito en las estrellas

Ooh, bien, bien
Doo, doo, doo, doo, doo
Ooh, bien, bien
Doo, doo, doo, doo, doo
Bien

Mujer por favor
déjame explicar
Nunca quise
causarte pena o dolor
Pues déjame una
y otra y una
y otra vez decirte

Te amo, si, si
Ahora y por siempre
Te amo, si, si
Ahora y por siempre
Te amo, si, si
Ahora y por siempre
Te amo, si, si

Visiones sobre Atlántida

LA ATLÁNTIDA EN LOS "DIÁLOGOS" DE PLATÓN.
SOBRE  Ατλαντίς νῆσος (Atlantís nēsos) O LA ISLA-PENÍNSULA DE LA ATLÁNTIDA


Fresco en la isla de Thera. Representa una ciudad-palacio rodeada por varios cercos de agua, con sus habitantes asomados en las terrazas. Barcos adornados, leones, gacelas y delfines la reodean.




El filósofo griego Platón fue el primero en hacerse eco de una leyenda de la antigüedad en la que se menciona un reino mítico situado en una isla o península llamada Atlántida. En sus "Diálogos" hará referencia de ella a través de Critias, discípulo de Sócrates. Según el relato de Platón, Critias oyó esa historia contada por su abuelo, que a su vez la había escuchado del político ateniense Solón y a éste último se la habían transmitido los sacerdotes egipcios de la ciudad de Sais, situada en el delta del Nilo.



Sitúa la ubicación de esta poderosa nación en el Mediterráneo, en un periodo de tiempo nueve mil años antes del momento en el que se produce el diálogo en la que se la menciona. Describe su fundación y orígenes bajo la advocación del dios Neptuno, así como su geografía y sus leyes. También explica algunos cultos relacionados con el toro, la confederación de pueblos gobernados por la asamblea de sus reyes, la organización del ejército y la abundancia de sus riquezas. Aparece el nombre de Gades entre los lugares conocidos que menciona. Finalmente será destruida para castigar la soberbia de sus habitantes, que habían olvidado las tradiciones de sus mayores y las enseñanzas de sus dioses.



En el siglo I a.d.C., Estrabón  y Posidonio están en la convicción de que el relato de Platón no era resultado de la imaginación literaria del filósofo, sino que se ajustaba a una realidad de recuerdo impreciso. Plutarco (s.II d.d.C) dará los nombres de los sacerdotes egipcios que habrían contado a Solón la historia de la Atlántida, haciendo mención de Psenophis (Sais) y Sonkhis (Heliopolis). Por su parte, Proclo hará alusión al viaje que hizo a Egipto que Crantor, filósofo de la Academia platónica y como pudo ser testigo de la existencia de unas inscripciones en las que aparecía la historia que había referido Solón.



Muchos serán los historiadores, arqueólogos e investigadores de todos los tiempos que intentarán descifrar el misterio de la Atlántida. Sobre todo, después de que Schiemann descubriera la ciudad de Troya siguiendo las pistas encontradas en las lecturas de Homero. Las hipótesis sobre su posible asentamiento han sido, en la mayoría de los casos, especulativas y con escasa base científica. Seguramente una de las que ha cobrado más fuerza es aquella que la relaciona con Grecia (Cultura minoica) y España (cultura tartésica). En ese sentido, las teorías encontrarían afinidad con algunos topónimos mencionados por Plantón y que hace referencia al Mediterráneo, África y a la que fuera colonia fenicia de Gades.
Fuente 

Thera y el Fin de los Minoicos

110 kilómetros al norte de Creta está situada la isla que hoy conocemos como Thera (miedo) y que hace 4000 años sus habitantes llamaban Kalliste (la muy hermosa). Un lugar donde llegó el esplendor de uno de los pueblos más impresionantes de la antigüedad, el minoico, y que hoy, gracias a gente como Spyridon Marinatos, Christos Doumas o Charles Pellegrino, rescatamos del olvido y le devolvemos la luz del sol que una vez perdió.




Hablamos de una civilización, la minoica, que fue la envidia de los faraones y visires de Egipto. Poseían la primera flota del mundo y su autoridad en el Mediterraneo abarcaba desde el oriente hasta Tirrenia (Italia). Incluso disponían de agua caliente que repartían por los edificios de hasta 4 pisos de altura mediante un moderno sistema de tuberias. Pero a finales del siglo XVII a.C. una terrible explosión volcánica hizo que más de 80 km cúbicos de roca terana se elevaran por los aires en forma de vapor y en su lugar se formara, a causa de la invasión del Mediterraneo en el hueco, una impresionante catarata de más de un kilómetro y medio de profundidad. Un precioso y a la vez dantesco escenario que significó el principio del fin para los minoicos y que sin duda tuvo un gran eco entre los pueblos vecinos. ¿Tanto como para que un milenio más tarde Platón escribiera acerca de lo ocurrido y llamara a los minoicos, atlantes?

El Imperio Minoico

Nos remontamos al cuarto milenio antes de que un niño, al que llamarán Jesús, naciera en Belén y cambiara el curso de la historia. En la isla de Creta comenzaba a emerger la civilización minoica. No se sabe a ciencia cierta de donde procedía este pueblo, pero lo que si es seguro es que alrededor del 3500 a.C. éstos ya habitaban la isla egea (hasta el momento no se han encontrado herramientas o piezas del alfarería anteriores a esta fecha).

Su desarrollo tecnológico fue brutal, solo comparable al ocurrido en Egipto entre las dinastías III y IV cuando pasó de construir unas simples mastabas funerarias a erigir las colosales pirámides. Alrededor del 2100 a.C. el Imperio Minoico, mejor dicho su marina, dominaba gran parte del Mediterraneo aunque no es de extrañar dado que estaban practicamente solos. Y es que los egipcios nunca se hicieron famosos por poseer una poderosa flota.

Era un pueblo pacífico, muestra de ello es que no dejaron ningún signo de violencia en su arte. Sus ciudades no estaban fortificadas y no se conoce, hasta su ocaso, ninguna evidencia que haga pensar que sufrieran algún tipo de invasión o ataque por parte de otro pueblo. Pero en fin, tampoco tiene porque sorprendernos mucho, con semejante flota era bastante dificil que alguien pudiera siquiera acercarse a ellos.Una de sus principales fuentes de recursos era el comercio. Así, cuando en el siglo XXII a.C. sus barcos llegaron a las costas de Egipto y contemplaron la magnificencia de sus monumentos seguro que se les abrieron los ojos como platos y no pudieron dormir durante algunas noches pensando en todos los negocios que podrían hacer. De hecho son numerosas las constancias egipcias acerca de Creta (o Keftiu como ellos la llamaban) que han llegado hasta nuestros dias.

Los habitantes del Nilo siempre consideraron a los minoicos como un pueblo culto y civilizado y el comercio entre ambos fue muy importante desde sus comienzos.La situación era idílica hasta que algo ocurrió. De pronto, durante la dinastia XVIII egipcia y en el periodo de los reinados de Hatshepsut, Tutmosis III y Amenofis II, algunas representaciones de los minoicos en las tumbas y templos fueron retocadas dándoles un toque más helenístico. Y es precisamente en la tumba de Amenofis II (también llamado Amenhotep II) dónde los jeroglíficos aluden por última vez a Keftiu en una imagen en la que aparecen unos extranjeros con objetos minoicos.

Definitivamente algo habia cambiado. Los egipcios debieron dejar de recibir la visita de sus amigos los minoicos y en su lugar comenzaron a llegar personas con otras vestimentas (los griegos continentales ocuparon los territorios minoicos tras su ocaso). Notaron que el poder habia cambiado de manos y de ahí el retoque de ciertas imágenes. El pueblo egipcio siempre fue un pueblo muy diplomático y adulador. Pero, ¿qué llevó a este cambio tan brusco?. Siempre recordaré las palabras de Ipuwer cuando dice: "Hoy nadie navega hasta Biblos. ¿Qué haremos respecto a la madera de cedro para nuestras momias? Los sacerdotes son enterrados con sus productos; los nobles son embalsamados con sus óleos correspondientes, hasta tan lejos como Keftiu. Pero ya no llegan." ... ya no llegan, algo les ha debido ocurrir...

La Explosión de Thera

Y efectivamente, algo había ocurrido. Es hora de dirigir de nuevo nuestra mirada hacia Thera, esa pequeña isla al norte de Creta, y para ello lo haremos de la mano del prestigioso arqueo-paleontólogo Charles Pellegrino y con los datos aportados por Marinatos y Doumas, responsables de las excavaciones en Thera. En el centro de la isla un enorme volcán de 1600 metros de altura no impidió que unos valientes habitaran allí. Mantenían un estrecho contacto con la vecina isla de Creta y su tecnología era maravillosamente moderna. Pero todo ello lo dejo para más adelante, ahora centrémonos en Thera y su volcán.

Estamos a mediados del siglo XVII a.C. El volcán, tranquilo y sereno durante muchos años decide salir de su letargo causando el terror entre los habitantes de Tera. Una serie de terremotos de cierta magnitud (se ha encontrado incluso una escalera resquebrajada por los seismos) obligó a la gente a huir hacia las islas vecinas. Por lo que las excavaciones han permitido averiguar la marcha se produjo de forma controlada. No se han encontrado restos de ganadería, joyas u objetos de valor (salvo en una pequeña zona al oeste de la isla), lo que hace pensar que a los theranos les dió tiempo de recoger todas sus pertenencias antes de abandonar Thera. La ceniza que desprendía el volcán hizo que se formara una pequeña capa de ésta en la ciudad pero poco más ocurrió.

Pasó el tiempo, quizás solo unos meses quizás años, y el volcán volvió a un estado de reposo, el suficiente para que algunos decidieran volver a sus hogares (se han descubierto obras de reparación en ciertos lugares de la ciudad). Pero llegó el otoño del 1628 a.C. (una estimación de Pellegrino que explicaré en otro momento) y el volcán despertó de nuevo, esta vez con muchísima más violencia. La poca gente que se decidió a volver salió nuevamente y el volcán comenzó a emanar tal cantidad de ceniza que ciertos lugares quedaron sepultados bajo más de 60 metros de ella, y esto es lo que ha permitido que hayamos encontrado la ciudad hoy en día casi tal y como la dejaron los teranos hace más de 3500 años.

Pero lo peor aún estaba por llegar. En un instante el enorme volcán estalló de forma violentísima. El centro de la isla, donde se hallaba éste, desapareció en milésimas de segundo y en su lugar, donde antes había una montaña de 1600 metros de altura ahora había un enorme hoyo de 125 km cúbicos con una profundidad de más de 1.5 km donde el agua del Mediterraneo comenzó a entrar formando una inmensa catarata.

Para que os hagais una idea, la fuerza de la explosión del volcán de Thera sería comparable a la desprendida por 150 bombas de hidrógeno estallando a la vez. Fue 6 veces más potente que la explosión del Krakatoa en 1883 y hay que recordar que ésta fue escuchada a más de 3200 km de distancia y tuvo la suficiente fuerza como para agrietar muros y hacer temblar ventanas a más de 160 km.

En Thera, tras desaparecer el volcán, inmediatamente se formó una enorme nube que cubrió el cielo. Comenzó a llover fuego sobre las vecinas islas de Melos, Naxos y Creta. Mientras la nube, formada por ceniza y una cortina de vapor que aparecía y desaparecía en sus bordes, avanzaba desprendiendo un calor intenso. En menos de una hora la sombra de la muerte alcanzó los 300 km de distancia hundiendo los barcos que se encontraba en su camino. Llegó a Turquia y Egipto convirtiendo el día en noche aunque su temperatura y fuerza habían disminuido mucho. La sombra continuó hacia el este sobre Siria e Iran y se fue dividiendo y suavizando mientras recorría Asia. Cabe mencionar que se han encontrado restos de la capa de ceniza terana en diversas partes de Egipto.
Y Tras el Fuego el Agua...
Si bien la lluvia de fuego o la nube de ceniza y calor intenso fueron importantes también es cierto que no tanto como para afectar de manera tan catastrófica a la isla de Creta, verdadero centro del poder minoico. Otra fuerza mucho más devastadora tuvo que ser la culpable de que los minoicos perdieran su hegemonía en el Mediterraneo y se vieran indefensos ante la invasión de pueblos extranjeros, en este caso de los griegos continentales.
Para averiguar todo ello vamos a retrotraernos al verano del 1932 d.C. El arqueólogo Spyridon Marinatos se hallaba trabajando en la costa septentrional de Creta (la costa norte, frente a Thera) en un lugar llamado Amnisos. Allí, en unas excavaciones, observó como unos muros de piedra se habían desplomado de un modo un tanto extraño. En una de las casas faltaba toda la parte superior de un bloque vertical y cual fue su sorpresa cuando el resto del bloque fue hallado a más de 100 metros, encajaba perfectamente y ¡pesaba media tonelada!.

Hay que ser tonto, y Marinatos no lo era, para pensar que alguno de los invasores posteriores pudo dedicarse a romper y trasladar un bloque de media tonelada a más de 100 metros sin ninguna causa aparente. No, ese bloque fue arrastrado por la fuerza de una gran corriente de agua, el tsunami.

Posteriores investigaciones han aportado pruebas acerca del tsunami que se originó tras la explosión de Thera. Por ejemplo, se sabe que en el golfo de Kerme (Turquia), a más de 200 km al este de Thera, la ola llegó con tal fuerza que gracias a la orografía del terreno, que actuó como cuña, ésta se elevó hasta los 250 metros de altura y penetró más de 50 km tierra adentro. Algo parecido ocurrió en el oeste, en el golfo de Nauplis (Grecia).

Cuesta imaginar que efectos devastadores acaecieron en la costa norte de Creta a causa del tsunami. La ciudad de Knosos (al norte de la isla) debió sucumbir ante la fuerza del agua y la mayor parte de la flota (por no decir toda) atracada en su puerto de Heraclión debió quedar reducida a astillas. Quizás, solo algunos barcos que se encontraban en ese instante en alta mar pudieron salvarse de la ola therana dado que el verdadero poder destructor de ésta reside al romper contra la costa, en el interior del mar sus efectos se reducen considerablemente. Aunque hay que recordar que muchos de estos barcos también sufrieron la nube de cenizas y calor.

El Ocaso Minoico

En unas horas la importante flota cretense quedó reducida considerablemente y lo que es peor, sin las infraestructuras necesarias para reconstruirla en poco tiempo. Con una isla, Creta, practicamente devastada, con el puerto y astilleros destruidos y sin apenas barcos, la situación era muy delicada. Estaban indefensos y los griegos continentales se aprovecharon de ello invadiendo la isla. Los minoicos pasaron de controlar todo el Mediterraneo a estar subyugados al poder helenístico en apenas 50 años.

No se sabe muy bien que ocurrió con todos los supervivientes, especialmente con los maestros y expertos artesanos. Quizás algunos fueran seleccionados por los griegos y los más valiosos enviados a Grecia o Italia. Se cree que otra parte navegó hacia el sureste rumbo a Tunez y se instalaron en las montañas Atlas. Otros fueron al sur, a Egipto, donde los más talentosos al parecer se convirtieron en un conjunto de nobles egipcios. Y quizás el resto viajaron hacia el este, llevando su particular arquitectura al país que denominaron Filistea o Palestina.

2000 años contempló la Tierra el caminar de un pueblo pacífico, culto e inteligente. 2000 años de prosperidad y avances tecnológicos. 2000 años de sueños interrumpidos por una naturaleza sin compasión y que aún hoy en día nos recuerda que jamás podremos dominarla.

No me gustaria acabar sin escribiros una cita de Charles Pellegrino.. una cita para la reflexión de como podría ser el mundo de hoy en día sin lo ocurrido el otoño del 1628 a.C..."Si Thera no hubiese estallado, podría haberse llegado a la televisión en tiempos de Cristo."

BIBLIOGRAFÍA
PELLEGRINO, Charles: El misterio de la Atlántida. Argentina, Javier Vergara Editor S.A., 1997.

A LA SOMBRA TE SIENTAS DE LAS DESNUDAS ROCAS - Rosalía de Castro

A la sombra te sientas de las desnudas rocas,
y en el rincón te ocultas donde zumba el insecto,
y allí donde las aguas estancadas dormitan
y no hay hermanos seres que interrumpan tus sueños,
¡quién supiera en qué piensas, amor de mis amores,
cuando con leve paso y contenido aliento,
temblando a que percibas mi agitación extrema,
allí donde te escondes, ansiosa te sorprendo!

—¡Curiosidad maldita!, frío aguijón que hieres
las femeninas almas, los varoniles pechos:
tu fuerza impele al hombre a que busque la hondura
del desencanto amargo y a que remueva el cieno
donde se forman siempre los miasmas infectos.

—¿Qué has dicho de amargura y cieno y desencanto?
¡Ah! No pronuncies frases, mi bien, que no comprendo;
dime sólo en qué piensas cuando de mí te apartas
y huyendo de los hombres vas buscando el silencio.

—Pienso en cosas tan tristes a veces y tan negras,
y en otras tan extrañas y tan hermosas pienso,
que... no lo sabrás nunca, porque lo que se ignora
no nos daña si es malo, ni perturba si es bueno.
Yo te lo digo, niña, a quien de veras amo:
encierra el alma humana tan profundos misterios,
que cuando a nuestros ojos un velo los oculta,
es temeraria empresa descorrer ese velo;
no pienses, pues, bien mío, no pienses en qué pienso.

—Pensaré noche y día, pues sin saberlo, muero.

Y cuenta que lo supo, y que la mató entonces
la pena de saberlo.

Rosalía de Castro (1837-1885)

Pintura: Rafael Molina

Espiritualidad Blog - LA NOVENA REVELACION - James Redfield


Las Nueve revelaciones nos hablan del cambio que ya se está produciendo en la sociedad y nos ha de llevar en primer lugar a una mejora individual, incrementando nuestro propio nivel de energía, y en... segundo lugar a un avance de toda la sociedad, producto de la suma de estos incrementos de energía individuales.
“Si no ignoramos las extrañas coincidencias de la vida y seguimos nuestra propia intuición encontraremos una puerta abierta a una vida mejor”.


1ª Revelación: La Masa Crítica

La cultura humana esta recibiendo los efectos de un nuevo despertar espiritual.

Un despertar que se origina en una masa crítica de individuos que experimenten su vida como una evolución espiritual, un viaje en el que, etapa por etapa, se evoluciona coincidiendo con la aparición de misteriosas coincidencias.


2ª Revelación. Un Presente Más Largo

Este despertar del que habla la primera revelación comporta la creación de una nueva y más compleja concepción del mundo. El estar atento a las coincidencias, a los hechos sincrónicos, nos abre al propósito real de la vida humana sobre la Tierra a la naturaleza real de nuestro universo.


3ª Revelación. El Problema de la Energía

Vivimos en un Universo formado por energía dinámica.
Todos nosotros y las cosas de nuestro entorno son pura energía que podemos sentir e intuir.
Es más, si somos capaces de concentrarnos en la dirección deseada podemos proyectar nuestra energía., es decir podemos influir en otros sistemas de energía e incrementar en nuestra vida la posibilidad de recibir coincidencias.


4ª Revelación. La Lucha por el Poder

Cuando el ser humano rompe la conexión que le une con la energía del Universo, que es la fuente principal de su energía., se siente débil e inseguro. Entonces tiende a obtener la energía que le hace falta de las otras personas de su entorno. Adopta un rol manipulador que le permite absorber la energía de los otros. Esta competencia por la energía es la fuente de los conflictos entre personas.


5ª Revelación . El Mensaje de los Místicos

Si somos capaces de conectar internamente la energía de nuestro entorno, con la energía del Universo, veremos como la inseguridad y la violencia desaparece. Sabremos que hemos llegado a esta conexión si tenemos un sentimiento de optimismo confiado y una continua sensación de amor.


6ª Revelación. Clarificar el Pasado

La tendencia a obtener energía de los otros, que comenta la 4ª revelación, la aprendemos desde pequeños, es un hábito que desarrollamos con nosotros. En el momento que analizamos este hábito y tomamos conciencia de nuestra forma propia e individual de ejercer el control sobre los demás, descubrimos nuestra personalidad más elevada, más noble, nuestra identidad más evolutiva.


7ª Revelación. Unirse al Flujo

La evolución personal nos ha de llevar a conocer nuestra misión personal, y esto intensifica el flujo de coincidencias que nos guían hacia nuestro destino. Los sueños y las intuiciones nos conducen a las respuestas de las preguntas que nos planteamos. En este estadio de nuestra evolución tenemos que estar atentos a las coincidencias, a los procesos de sincronicidad.


8ª Revelación. La Ética Interpersonal

La octava revelación habla de como aprendemos los seres humanos a relacionarnos los unos con los otros, como proyectar la energía a los demás y evitar la adición a las personas. Incide en que establecer una relación dependiente con otra persona nos lleva a perder la conexión con la energía del Universo porque tendemos a destinar toda la atención hacia aquella otra persona.


9ª Revelación. La Cultura Emergente

A medida que evolucionamos hacia la realización de nuestras misiones espirituales, los medios tecnológicos de supervivencia se automatizaran completamente y los seres humanos se concentraran totalmente en estados sincrónicos de energía.

Espiritualidad

James Redfield

http://www.vidaplena.net/E-Books/Novena_Rev/La_Novena_Rev.pdf

Frases de UN MUNDO FELIZ de Aldous Huxley

“Y he aquí el secreto de la felicidad y la virtud: amar lo que hay obligación de hacer. Tal es el fin de todo acondicionamiento: hacer que cada uno ame el destino social, del que no podrá librarse.”

“Lo cierto es que todo el mundo pertenece a todo el mundo.”

“No es extraño que aquellos pobres premodernos estuvieran locos y fuesen desdichados y miserables. Su mundo no les permitía tomar las cosas con calma, no les permitía ser juiciosos, virtuosos, felices. Con madres y amantes, con prohibiciones para cuya obediencia no habían sido condicionados, con las tentaciones y los remordimientos solitarios.”

“Lo que importa por encima de todo: el convencionalismo más estricto.”

“Estabilidad. Estabilidad. No cabe civilización alguna sin estabilidad social. Y no hay estabilidad social sin estabilidad individual.”

“Setenta y dos mil cuatrocientas repeticiones crean una verdad. ¡Idiotas!”

“La oposición consciente a gran escala. Cualquier cosa con tal de no consumir. Retorno a la naturaleza.”

“¿No has tenido nunca la sensación de que dentro de ti hay algo que sólo espera que le des una oportunidad para salir al exterior? ¿Una especie de energía adicional que no empleas, como el agua que se desploma por una cascada?”

“Las palabras pueden ser como los rayos X si se emplean adecuadamente: pasan a través de todo. Las lees y te traspasan. Ésta es una de las cosas que intento enseñar a mis alumnos: a escribir de manera penetrante.”

“Hoy todo el mundo es feliz. Pero ¿no te gustaría tener la libertad de ser feliz... de otra manera? No a la manera de todos.”

“Cuanto más talento tiene un hombre, más grande es sus poder de corromper a los demás.”

“Un filósofo es un hombre que sueña con menos cosas de las que hay en los cielos y en la tierra.”

“No somos más nuestros de lo que es nuestro lo que poseemos. No nos hicimos a nosotros mismos, no podemos ser superiores a nosotros mismos. No somos nuestros propios dueños.”

“Dicen que el temor a la muerte y a lo que sigue a la muerte es lo que induce a los hombres a entregarse a la religión cuando envejecen.”

“La Providencia recibe órdenes de los hombres.”
“El mejor de los descansos es el sueño; y tú a menudo lo buscas; sin embargo, temes torpemente la muerte que es la misma cosa.”



Aldous Huxley
Palabras en el tinetero blog

http://www.letralia.com/util/unmundofeliz.pdf

ILUSIONES - Richard Bach (Fragmento)

Vino al mundo un Maestro, nacido en la tierra santa de Indiana, criado en las colinas místicas situadas al este de Fort Wayne
El Maestro aprendió lo que concernía a este mundo en las escuelas públicas de Indiana y luego, cuando creció, en su oficio de mecánico de automóviles.
Pero el Maestro traía consigo los conocimientos de otras tierras y otras escuelas, de otras vidas que había vivido. Los recordaba, y puesto que los recordaba adquirió sabiduría y fuerza, y la gente descubrió su fortaleza y acudió a él en busca de consejo.
El Maestro creía que disfrutaba de la facultad de ayudarse a sí mismo y de ayudar a toda la humanidad, y puesto que lo creía, así fue, de modo que otros vieron su poder y acudieron a él para que los curase de sus tribulaciones y sus muchas enfermedades.
El Maestro creía que era bueno que todo hombre se viera a sí mismo como hijo de Dios, y puesto que lo creía, así fue, y los talleres y los garajes donde trabajaba se poblaron y atestaron con quienes buscaban su sabiduría y el contacto de su mano, y las calles circundantes con quienes sólo anhelaban que su sombra pasajera se proyectara sobre ellos y cambiara sus vidas.
Sucedió, en razón de las multitudes, que varios capataces y jefes de talleres le ordenaron al Maestro que dejara sus herramientas y siguiera su camino, porque el apiñamiento era tal que ni él ni los otros mecánicos tenían espacio para trabajar en la reparación de los automóviles.
Se internó, pues, en la campiña, y sus seguidores empezaron a llamarlo Mesías, y hacedor de milagros; y puesto que lo creían, así fue.
Si estallaba una tormenta mientras él hablaba, ni una sola gota de lluvia tocaba la cabeza de uno de sus oyentes, y quienes estaban en el fondo de la multitud escuchaban sus palabras con tanta nitidez como los primeros, aunque en el cielo retumbaran rayos y truenos. Y siempre les hablaba en parábolas.
Y les dijo:
"En cada uno de nosotros reside el poder de prestar consentimiento a la salud y a la enfermedad, a las riquezas y a la pobreza, a la libertad y a la esclavitud. Somos nosotros quienes las dominamos y no otro".
Un obrero habló y dijo: "Es fácil para ti, Maestro, porque a ti te guían y a nosotros no, y no necesitas trabajar como trabajamos nosotros. En este mundo el hombre debe trabajar para ganarse la vida".
El Maestro respondió y dijo: "Una vez vivía un pueblo en el lecho de un gran río cristalino.
"La corriente del río se deslizaba silenciosamente sobre todos sus habitantes: jóvenes y ancianos, ricos y pobres, buenos y malos, y la corriente seguía su camino, ajena a todo lo que no fuera su propia esencia de cristal”
"Cada criatura se aferraba como podía a las ramitas y rocas del lecho del río, porque su modo de vida consistía en aferrarse y porque desde la cuna todos habían aprendido a resistir la corriente.”
Pero al fin una criatura dijo:
'Estoy harta de asirme. Aunque no lo veo con mis ojos, confío en que la corriente sepa hacia dónde va.
Me soltaré y dejaré que me lleve adonde quiera. Si continúo inmovilizada, me moriré de hastío'
"Las otras criaturas rieron y exclamaron: '¡Necia! ¡Suéltate,y la corriente que veneras te arrojará, revolcada y hecha pedazos, contra las rocas, y morirás más rápidamente que de hastío!'
"Pero la que había hablado en primer término no les hizo caso, y después de inhalar profundamente se soltó; inmediatamente la corriente la revolcó y la lanzó contra las rocas.”
"Mas la criatura se empecinó en no volver a aferrarse, y entonces la corriente la alzó del fondo y ella no volvió a magullarse ni a lastimarse "Y las criaturas que se hallaban aguas abajo, que no la conocían, clamaron: '¡Ved un milagro! ¡Una criatura como nosotras, y sin embargo vuela! ¡ved al Mesías, que ha venido a salvarnos a todas!'
"Y la que había sido arrastrada por la corriente respondió: 'No soy más mesías que vosotras. El río se complace en alzarnos, con la condición de que nos atrevamos a soltarnos. Nuestra verdadera tarea es este viaje, esta aventura'
"Pero seguían gritando aún más alto: '¡Salvador!', sin dejar de aferrarse a las rocas. Y cuando volvieron a levantar la vista, había desaparecido y se quedaron solas, tejiendo leyendas acerca de un Salvador"
Y sucedió que cuando vio que la multitud crecía día a día, más hacinada y apretada y enfervorizada que nunca, y cuando vio que los hombres le urgían para que los curara sin descanso, para que los alimentara con sus milagros, para que aprendiera por ellos y viviera sus vidas, se sintió afligido, y ese día subió solo a la cima de un monte solitario y allí oró.
Y dijo en el fondo de su alma:
"Será un Portento Infinito, si esa es tu voluntad, que apartes de mí este cáliz, que me ahorres esta tarea imposible. No puedo vivir las vidas de los demás, y sin embargo diez mil personas me lo suplican. Lamento haber permitido que sucediera todo esto.
Si esa es tu voluntad, autorízame a volver a mis motores y a mis herramientas, y a vivir como los otros hombres".
Y una voz habló desde las alturas, una voz que no era masculina ni femenina, poderosa ni suave, sino infinitamente bondadosa. Y la voz le dijo: "No se hará mi voluntad sino la tuya. Porque lo que tú deseas es lo que yo deseo de ti
Sigue tu camino como los otros hombres, y que seas feliz en la tierra".
Al escucharla, el Maestro se regocijó, y dio las gracias, y bajó de la cima del monte tarareando una cancioncilla popular entre los mecánicos. Y cuando la multitud le urgió con sus penas, y le imploró que la curara y aprendiese por ella y la alimentara incesantemente con su sabiduría y la entretuviera con sus milagros, él le sonrió y le dijo apaciblemente:
"Renuncio".
Por un momento, la muchedumbre quedó muda de asombro. Y él continuó: "Si un hombre le dijera a Dios que su mayor deseo consistía en ayudar al mundo atormentado, a cualquier precio, y Dios le contestara y explicara lo que debía hacer ¿tendría el hombre que obedecer?".
"¡Claro, Maestro!", clamó la multitud. "¡Si Dios se lo pide deberá soportar complacido las torturas del mismísimo infierno". "¿Cualesquiera que sean esas torturas y por ardua que sea la tarea?"
"Deberá enorgullecerse de ser ahorcado, deleitarse de ser clavado a un árbol y quemado, si eso es lo que Dios le ha pedido", contestó la muchedumbre.
"¿Y qué haríais -preguntó el Maestro a la concurrencia- si Dios os hablara directamente a la cara y os dijera: 'OS ORDENO QUE SEÁIS FELICES EN EL MUNDO, MIENTRAS VIVÁIS'? ¿Qué haríais entonces?"
La multitud permaneció callada.
Y no se oyó una voz, un ruido, entre las colinas ni en los valles donde estaba congregada.
Y el Maestro dijo, dirigiéndose al silencio: "En el sendero de nuestra felicidad encontraremos la sabiduría para la que hemos elegido esta vida. Esto es lo que he aprendido hoy, y opto por dejaros ahora para que transitéis por vuestro propio camino, como deseáis".
Y marchó entre las multitudes y los dejó, y retornó al mundo cotidiano de los hombres y las máquinas.

http://emprendedores.net.ve/site/files/Ilusiones.pdf

JUAN SALVADOR GAVIOTA - R. Bach (Fragmento)


Amanecía y el nuevo sol pintaba de oro las ondas de un mar tranquilo. Un pesquero chapoteaba a un kilómetro de la costa cuando, de pronto, rasgó el aire la voz llamando a la bandada de la comida y una multitud de mil gaviotas se aglomeró para regatear y luchar por cada pizca de comida. Comenzaba otro día de ajetreo.

Pero alejado y solitario, más allá de barcas y playas, está practicando Juan Salvador Gaviota. A treinta metros de altura, bajó sus pies palmeados, alzó su pico, y se esforzó por mantener en sus alas esa dolorosa y difícil posición requerida para lograr un vuelo pausado. Aminoró su velocidad hasta que el viento no fue mas que un susurro en su cara, hasta que el océano pareció detenerse allá abajo. Entornó los ojos en feroz concentración, contuvo el aliento, forzó aquella torsión un... sólo... centímetro... más... Encrespáronse sus plumas, se atasco y cayó.

Las gaviotas, como es bien sabido, nunca se atascan, nunca se detienen. Detenerse en medio del vuelo es para ellas vergüenza, y es deshonor.

Pero Juan Salvador Gaviota, sin avergonzarse, y al extender otra vez sus alas en aquella temblorosa y ardua torsión -parando, parando, y atascándose de nuevo-, no era un pájaro cualquiera.

La mayoría de las gaviotas no se molesta en aprender sino las normas de vuelo más elementales: como ir y volver entre playa y comida. Para la mayoría de las gaviotas, no es volar lo que importa, sino comer. Para esta gaviota, sin embargo, no era comer lo que importaba, sino volar. Más que nada en el mundo, Juan Salvador Gaviota amaba volar.

Este modo de pensar, descubrió, no es la manera con que uno se hace popular entre los demás pájaros. Hasta sus padres se desilusionaron al ver a Juan pasarse días enteros, solo, haciendo cientos de planeos a baja altura, experimentando.


No comprendía por qué, por ejemplo, cuando volaba sobre el agua a alturas inferiores a la mitad de la envergadura de sus alas, podía quedarse en el aire más tiempo, con menos esfuerzo; y sus planeos no terminaban con el normal chapuzón al tocar sus patas en el mar, sino que dejaba tras de sí una estela plana y larga al rozar la superficie con sus patas plegadas en aerodinámico gesto contra su cuerpo. Pero fue al empezar sus aterrizajes de patas recogidas -que luego revisaba paso a paso sobre la playa- que sus padres se desanimaron aún más.

-¿Por qué, Juan, por qué? -preguntaba su madre-. ¿Por qué te resulta tan difícil ser como el resto de la bandada, Juan? ¿Por qué no dejas los vuelos rasantes a los pelícanos y a los albatros? ¿Por qué no comes? ¡Hijo, ya no eres más que hueso y plumas! 
   Richard Bach  
http://www.forodeliteratura.com/biblioteca/datos/bachrichard/gaviota.pdf
 

SISIFO - A. Camus

Sísifo había sido condenado por los dioses a realizar una actividad absurda. Albert Camus (1913-1969), escritor (premio Nobel, 1957) y pensador existencialista, recrea el viejo mito griego de Sísifo considerándolo expresión o metáfora de la existencia humana.

¿Por qué fue condenado a empujar incesantemente una roca hasta la cumbre de una montaña? Cuando estaba a punto de morir, quiso poner a prueba el amor de su mujer, ordenándole que no enterrara su cuerpo sino que lo abandonara. Sísifo murió y ella obedeció la orden tan contraria al amor humano; ya en el Hades o infiernos, obtuvo el permiso de Plutón para volver a la tierra, momentáneamente, para castigar a su mujer. Pero de nuevo en el mundo de los vivos, el astuto Sísifo se vanagloriaba del éxito de su estratagema, manifestando a todo el mundo que no tenía intención de volver a los infiernos. Así, "durante muchos años más vivió ante la curva del golfo, la mar brillante y las sonrisas de la tierra". Pero, cumpliendo un decreto de los dioses, Mercurio lo cogió por el cuello y lo devolvió a la fuerza a los infiernos, donde ya había preparada su roca.
Los dioses habían condenado a Sísifo a empujar sin cesar una roca hasta la cima de una montaña, desde donde la piedra volvería a caer por su propio peso. Habían pensado con algún fundamento que no hay castigo más terrible que el trabajo inútil y sin esperanza. [...]
Toda la alegría silenciosa de Sísifo consiste en eso. Su destino le pertenece. Su roca es su cosa. Del mismo modo el hombre absurdo, cuando contempla su tormento, hace callar a todos los ídolos. En el universo vuelto de pronto a su silencio se alzan las mil pequeñas voces maravillosas de la tierra. Llamamientos inconscientes y secretos, invitaciones de todos los rostros constituyen el reverso necesario y el premio de la victoria. No hay sol sin sombra y es necesario conocer la noche. El hombre absurdo dice que sí y su esfuerzo no terminará nunca. Si hay un destino personal, no hay un destino superior, o, por lo menos no hay más que uno al que juzga fatal y despreciable. Por lo demás, sabe que es dueño de sus días. En ese instante sutil en que el hombre vuelve sobre su vida, como Sísifo vuelve hacia su roca, en ese ligero giro, contempla esa serie de actos desvinculados que se convierten en su destino, creado por el, unido bajo la mirada de su memoria y pronto sellado por su muerte. Así, persuadido del origen enteramente humano de todo lo que es humano, ciego que desea ver y que sabe que la noche no tiene fin, está siempre en marcha. La roca sigue rodando.
Dejo a Sísifo al pie de la montaña. Siempre vuelve a encontrar su carga. Pero Sísifo enseña la fidelidad superior que niega a los dioses y levanta las rocas. Él también juzga que todo está bien. Este universo por siempre sin amo no le parece estéril ni fútil. Cada uno de los granos de esta piedra, cada trozo mineral de esta montaña llena de oscuridad forma por sí solo un mundo. El esfuerzo mismo para llegar a las cimas basta para llenar un corazón de hombre.

CAMUS. El mito de Sísifo

De la página POEMAS MALDITOS

Entré sin hacer ruido.
El corazón libraba su propia batalla.
Latido a latido,
las fuerzas me abandonaron,
y el cuerpo cayó rendido.
Pero la curiosidad, incansable batalladora
siguió su eterno camino
y, sin ser visto, asistí
a amores perdidos en la memoria
de los que hoy estan aquí.
También vi fantasmas llevando
mensajes de esperanza.
Palabras precisas que, al ser recordadas,
aún se clavan como lanzas.
Y, desde entonces, continuo buscando
la frontera de deformado cristal
que separa los sueños
de esta vida tan real.




HAY OJOS QUE MIRAN, HAY OJOS QUE SUEÑAN... - Miguel de Unamuno

Hay ojos que miran, -hay ojos que sueñan, hay ojos que llaman, -hay ojos que esperan, hay ojos que ríen -risa placentera, hay ojos que lloran -con llanto de pena, unos hacia adentro -otros hacia fuera. 

Son como las flores -que cría la tierra. Mas tus ojos verdes, -mi eterna Teresa, los que están haciendo -tu mano de hierba, me miran, me sueñan, -me llaman, me esperan, me ríen rientes -risa placentera, me lloran llorosos -con llanto de pena, desde tierra adentro, -desde tierra afuera. 

En tus ojos nazco, -tus ojos me crean, vivo yo en tus ojos -el sol de mi esfera, en tus ojos muero, -mi casa y vereda, tus ojos mi tumba, -tus ojos mi tierra.



 Miguel de Unamuno

BUSCO AMIGOS. ¿QUE SIGNIFICA DOMESTICAR?

Entonces apareció el zorro.
-Buenos días -dijo el zorro.
-Buenos días -respondió cortésmente el principito, que se dio vuelta, pero no vio nada.
-Estoy acá -dijo la voz- bajo el manzano...
-¿Quién eres? -dijo el principito-. Eres muy lindo...
-Soy un zorro -dijo el zorro.
-Ven a jugar conmigo -le propuso el principito-. ¡Estoy tan triste!...
-No puedo jugar contigo -dijo el zorro-. No estoy domesticado.
-¡Ah! Perdón -dijo el principito. Pero, después de reflexionar, agregó:
-¿Qué significa «domesticar»?
-No eres de aquí -dijo el zorro-. ¿Qué buscas?
-Busco a los hombres -dijo el principito-. ¿Qué significa «domesticar»?
-Los hombres -dijo el zorro- tienen fusiles y cazan. Es muy molesto. También crían gallinas. Es su único interés. ¿Buscas gallinas?
No -dijo el principito-. Busco amigos. ¿Qué significa «domesticar»?
-Es una cosa demasiado olvidada -dijo el zorro-. Significa «crear lazos».
-¿Crear lazos?
-Sí -dijo el zorro-. Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante a cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo...
-Empiezo a comprender -dijo el principito-. Hay una flor... Creo que me ha domesticado...
-Es posible -dijo el zorro-. ¡En la Tierra se ve toda clase de cosas...!
-¡Oh! No es en la Tierra -dijo el principito. El zorro pareció muy intrigado:
-¿En otro planeta?
-Sí.
-¿Hay cazadores en ese planeta?
-No.
-¡Es interesante eso! ¿Y gallinas?
-No.
-No hay nada perfecto -suspiró el zorro. Pero el zorro volvió a su idea:
-Mi vida es monótona. Cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida se llenará de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los otros. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra. El tuyo me llamará fuera de la madriguera, como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves, allá, los campos de trigo? Yo no como pan. Para mí el trigo es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. ¡Es bien triste! Pero tú tienes cabellos color de oro. Cuando me hayas domesticado, ¡será maravilloso! El trigo dorado será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo...
El zorro calló y miró largo tiempo al principito:

-¡Por favor... domestícame! -dijo.

-Bien lo quisiera -respondió el principito-, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.
-Sólo se conocen las cosas que se domestican -dijo el zorro-. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Compran cosas hechas a los mercaderes. Pero como no existen mercaderes de amigos, los hombres ya no tienen amigos. Si quieres un amigo, ¡domestícame!
-¿Qué hay que hacer? -dijo el principito.
-Hay que ser muy paciente -respondió el zorro-. Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en la hierba. Te miraré de reojo y no dirás nada. La palabra es fuente de malentendidos Pero, cada día, podrás sentarte un poco más cerca...
Al día siguiente volvió el principito. -Hubiese sido mejor venir a la misma hora -dijo el zorro-. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto; ¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si vienes a cualquier hora, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.
-¿Qué es un rito? -dijo el principito.
-Es también algo demasiado olvidado -dijo el zorro-. Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días: una hora, de las otras horas. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. El jueves bailan con las muchachas del pueblo. El jueves es, pues, un día maravilloso. Voy a pasearme hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.
Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se acercó la hora de la partida:
-¡Ah!... -dijo el zorro-. Voy a llorar.
-Tuya es la culpa -dijo el principito-. No deseaba hacerte mal pero quisiste que te domesticara...
-Sí-dijo el zorro.
-¡Pero vas a llorar! -dijo el principito.
-Sí-dijo el zorro.
-Entonces, no ganas nada.
-Gano -dijo el zorro-, por el color de trigo. Luego, agregó:
-Ve y mira nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás para decirme adiós y te regalaré un secreto.
El principito se fue a ver nuevamente a las rosas:
-No sois en absoluto parecidas a mi rosa: no sois nada aún -les dijo-. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Sois como era mi zorro. No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Y las rosas se sintieron bien molestas.
-Sois bellas, pero estáis vacías -les dijo todavía-. No se puede morir por vosotras. Sin duda que un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que es ella la rosa a quien he regado. Puesto que es ella la rosa a quien puse bajo un globo. Puesto que es ella la rosa a quien abrigué con el biombo. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres que se hicieron mariposas). Puesto que es ella la rosa a quien escuché quejarse, o alabarse, o aun, algunas veces, callarse. Puesto que ella es mi rosa.
Y volvió hacia el zorro:
-Adiós -dijo.
-Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
-Lo esencial es invisible a los ojos -repitió el principito, a fin de acordarse.
-El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.
-El tiempo que perdí por mi rosa... -dijo el principito, a fin de acordarse.
-Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-. Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...


-Soy responsable de mi rosa... -repitió el principito, a fin de acordarse.


Fragmento de El Principito
Autor: Antoine De Saint-Exupéry


http://www.agirregabiria.net/g/sylvainaitor/principito.pdf

EL ALEPH - Borges (fragmento)

En la parte inferior del escalón, hacia la derecha, vi una pequeña esfera tornasolada, de casi intolerable fulgor. Al principio la creí giratoria; luego comprendí que ese movimiento era una ilusión producida por los vertiginosos espectáculos que encerraba. El diámetro del Aleph sería de dos o tres centímetros, pero el espacio cósmico estaba ahí, sin disminución de tamaño. Cada cosa (la luna del espejo, digamos) era infinitas cosas, porque yo claramente la veía desde todos los puntos del universo. Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de América, vi una plateada telaraña en el centro de una negra pirámide, vi un laberinto roto (era Londres), vi interminables ojos inmediatos escrutándose en mí como en un espejo, vi todos los espejos del planeta y ninguno me reflejó, vi en un traspatio de la calle Soler las mismas baldosas que hace treinta años vi en el zaguán de una casa en Frey Bentos, vi racimos, nieve, tabaco, vetas de metal, vapor de agua, vi convexos desiertos ecuatoriales y cada uno de sus granos de arena, vi en Inverness a una mujer que no olvidaré, vi la violenta cabellera, el altivo cuerpo, vi un cáncer de pecho, vi un círculo de tierra seca en una vereda, donde antes hubo un árbol, vi una quinta de Adrogué, un ejemplar de la primera versión inglesa de Plinio, la de Philemont Holland, vi a un tiempo cada letra de cada página (de chico yo solía maravillarme de que las letras de un volumen cerrado no se mezclaran y perdieran en el decurso de la noche), vi la noche y el día contemporáneo, vi un poniente en Querétaro que parecía reflejar el color de una rosa en Bengala, vi mi dormitorio sin nadie, vi en un gabinete de Alkmaar un globo terráqueo entre dos espejos que lo multiplicaban sin fin, vi caballos de crin arremolinada, en una playa del Mar Caspio en el alba, vi la delicada osadura de una mano, vi a los sobrevivientes de una batalla, enviando tarjetas postales, vi en un escaparate de Mirzapur una baraja española, vi las sombras oblicuas de unos helechos en el suelo de un invernáculo, vi tigres, émbolos, bisontes, marejadas y ejércitos, vi todas las hormigas que hay en la tierra, vi un astrolabio persa, vi en un cajón del escritorio (y la letra me hizo temblar) cartas obscenas, increíbles, precisas, que Beatriz había dirigido a Carlos Argentino, vi un adorado monumento en la Chacarita, vi la reliquia atroz de lo que deliciosamente había sido Beatriz Viterbo, vi la circulación de mi propia sangre, vi el engranaje del amor y la modificación de la muerte, vi el Aleph, desde todos los puntos, vi en el Aleph la tierra, vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara, y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo.




Jorge Luis Borges

http://www.soycuba.cu/sites/default/files/jorge_luis_borges_-_el_aleph.pdf

Arte - DESDE EL VACIO...


"El arte está en los ojos que lo miran"

DESDE EL VACIO...

NADA
-solo eso-

Una grieta del mundo
en la pared que sostiene
la mano del hombre
que aguza el ojo
-Eso soy-
Un hoyo que se agranda
mientras desciendo 



FIRME PROPOSITO - Marguerite Yourcenar

Ni ampararse del día bajo el árbol de nieblas,
Ni morder el verano en las frutas dormido,
Ni besar en los labios lentos de tinieblas
Al muerto evaporado y vano de haber sido.

Ni penetrar el centro del álgebra frío,
Ni en el vacío clavar la máscara infinita.
Ni sembrar el olvido en el glorioso río
Y derramar la nada en la tumba bendita.

Ni rozar, Amor mío, tu boca entregada,
Ni su deseo quemar sin la llama esperada,
Ni arrastrar en el cuerpo rendido la herida.

Ni rezar con las manos juntas de la pena,
Pero traer consigo en la noche serena
El hondo corazón donde sangró la vida.




Marguerite Yourcenar

BOCA DE LLANTO, ME LLAMAN... - Jaime Sabines

Boca de llanto, me llaman
tus pupilas negras,
me reclaman. Tus labios
sin ti me besan.
¡Cómo has podido tener
la misma mirada negra
con esos ojos
que ahora llevas!

Sonreíste. ¡Qué silencio,
qué falta de fiesta!
¡Cómo me puse a buscarte
en tu sonrisa, cabeza
de tierra,
labios de tristeza!

No lloras, no llorarías
aunque quisieras;
tienes el rostro apagado
de las ciegas.

Puedes reír. Yo te dejo
reír, aunque no puedas.



Jaime Sabines

FAHRENHEIT 451 (1953) Ray Bradbury (fragmentos)

"-Casi nunca miro la televisión mural, ni voy a las carreras, ni a los parques de diversiones. Me sobra tiempo para pensar cosas raras. ¿Ha visto esos anuncios de ciento cincuenta metros a la entrada de la ciudad? ¿Sabe que antes eran sólo de quince metros? Pero los coches comenzaron a pasar tan rápidamente que tuvieron que alargar los anuncios para que no se acabasen demasiado pronto.” 


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“Sintió de pronto que la sonrisa se le borraba, se fundía, se doblaba sobre sí misma como una cáscara blanda, como la cera de un cirio fantástico que ha ardido demasiado tiempo, y ahora se apaga, y ahora se derrumba. Oscuridad. No era feliz. No era feliz. Se lo dijo a sí mismo. Lo reconoció. Había llevado su felicidad como una máscara, y la muchacha había huido con la máscara y él no podía ir a golpearle la puerta y pedírsela.” 
http://www.librosdearena.es/Biblioteca_pdf/farenheit%20451.pdf


ARBOL DE MI ALMA - José Martí

Como un ave que cruza el aire claro 
Siento hacia mí venir tu pensamiento 
Y acá en mi corazón hacer su nido. 
Ábrese el alma en flor: tiemblan sus ramas 
Como los labios frescos de un mancebo 
En su primer abrazo a una hermosura: 
Cuchichean las hojas: tal parecen 
Lenguaraces obreras y envidiosas, 
A la doncella de la casa rica 
En preparar el tálamo ocupadas: 
Ancho es mi corazón, y es todo tuyo: 
Todo lo triste cabe en él, y todo 
Cuanto en el mundo llora, y sufre, y muere! 
De hojas secas, y polvo, y derruidas 
Ramas lo limpio: bruño con cuidado 
Cada hoja, y los tallos: de las flores 
Los gusanos del pétalo comido 
Separo: oreo el césped en contorno 
Y a recibirte, oh pájaro sin mancha 
Apresto el corazón enajenado!





José Martí

Artentado - TE QUIERO A LAS 10 DE LA MAÑANA


Artentado: atento contra el arte de la fotografía aplicando filtros y experimentando tonalidades con herramientas propias de la web, vale aclarar que siento profunda admiración por los verdaderos artistas que comparten parte de su vida en cada obra que realizan.  

"El arte depende de los ojos de quien lo mira"

Te quiero a las 10 de la mañana


Te quiero a las diez de la mañana, y a las once, y a
las doce del día. Te quiero con toda mi alma y con todo mi cuerpo,
a veces, en las tardes de lluvia. Pero a las dos de la tarde, o a las
tres, cuando me pongo a pensar en nosotros dos, y tú piensas en la comida o en el trabajo diario, o en las diversiones que no tienes,
me pongo a odiarte sordamente, con la mitad del odio que guardo
para mí.
Luego vuelvo a quererte, cuando nos acostamos y siento que
estás hecha para mí, que de algún modo me lo dicen tu rodilla
y tu vientre, que mis, manos me convencen de ello, y que no
hay otro lugar en donde yo me venga, a donde yo vaya, mejor
que tu cuerpo. Tú vienes toda entera a mi encuentro,
y los dos desaparecemos un instante, nos metemos en la boca de Dios,
hasta que yo digo que tengo hambre o sueño.
Todos los días te quiero y te odio irremediablemente. Y hay
días también, hay horas, en que no te conozco, en que me
eres ajena como la mujer de otro. Me preocupan los hombres,
me preocupo yo, me distraen mis penas. Es probable que no
piense en ti durante mucho tiempo. Ya ves. ¿Quién podría
quererte menos que yo, amor mío?

Jaime Sabines (México 1926-1999)